14 jul 2012

Otoño en Salamanca


Salamanca, 5 de diciembre de 2009

Es sábado y cambio la biblioteca por el tren, con destino a Salamanca. Su sello distintivo, la universidad más antigua de España, fundada a comienzos del XIII. Fue para mí una suerte de peregrinación. Pude entrar a las Antiguas Escuelas Mayores, donde se conservan los claustros, las aulas donde enseñaron Fray Luis de León, Francisco de León y Miguel de Unamuno, y una biblioteca que aloja gran cantidad de manuscritos e incunables y cuya vista te paraliza el corazón. Pero la universidad no lo es todo. Salamanca tiene una Plaza Mayor porticada bellísima, construida en estilo barroco durante el siglo XVIII, una catedral desde cuyas terrazas, tras un sinuoso camino de empinadas escaleras acaracoladas, se puede contemplar toda la ciudad, e incluso un puente romano, bajo el que pude disfrutar de una plácida tarde de otoño a orillas del Tormes.

Cómo llegar?

En tren: Desde Madrid Chamartín, salidas cada 2 horas aprox.
Duración del viaje: 2hs45. 
Precio: €22,10.
Saliendo de la estación, tomar la calle Plaza de la Estación hacia la izquierda hasta la Plaza de España, luego unos metros hacia la derecha y tomamos la calle Toro hasta la Plaza Mayor. Son 20 minutos andando.

En bus: Desde Est. Sur de Autobuses - Avda. Mendez Alvaro 83, salidas de AvanzaBus cada hora.
Duración del viaje: 2hs30.
Precio: €22,80.
Estación de autobuses de Salamanca: C/Filiberto Villalobos 71

Qué ver?
- Plaza Mayor
- Casa de las Conchas
- Catedral Nueva y Catedral Vieja
- Universidad
- Puente romano

Plaza Mayor nº 32, Casa de Postas.
902 30 2002 / 923 21 83 42 - informacion@turismodesalamanca.com
De lunes a viernes, de 9 a 14 h. y de 16:30 a 20 h.
Sábados, de 10 a 20 h.
Domingos de 10 a 14 h.















1 jun 2012

Vaiadoliz



Valladolid, 1º de diciembre de 2010

Tras un placentero viaje en tren desde Madrid, he llegado a Valladolid (pronúnciese Vaiadoliz). Señorío del conde Pedro Ansúrez en tiempos de Alfonso VI, ciudad que vio nacer a Felipe II y donde pasó sus últimos días Cristóbal Colón, sede de la corte castellana y capital del Imperio Español desde donde se gobernó el mundo en los siglos XVI y XVII. Éste será mi hogar por los próximos tres meses. Si bien todavía no he podido recorrer mucho la ciudad, les puedo ofrecer algunas impresiones. El casco histórico es sumamente pintoresco, sembrado de edificios de aires señoriales, iglesias y monasterios. Callejuelas inciertas que sin embargo acaban por converger en la Plaza Mayor, la más antigua de España, la joya de Valladolid y el bullente centro de su vida social. Saliendo de la plaza por la animada y elegante Calle de Santiago, llegamos a Plaza Zorrilla, dominada por la Academia de la Caballería. A través de la Puerta de Marte nos adentramos en Campo Grande, un parque público que constituye un auténtico jardín botánico con gran número de especies arbóreas y una amplia variedad de aves. Es también, para los románticos, un espacio para disfrutar de un momento de quietud bajo el arrullo de los árboles y las fuentes. Por otra parte, Pucela cuenta con varias perlas arquitectónicas. Entre ellas se destacan los edificios de la antigua universidad -que datan del XV-, como el Colegio de Santa Cruz, actual rectorado, y la Facultad de Derecho, tras la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción. Muy cerca, la iglesia de Santa María la Antigua, que fue la capilla del palacio del conde Ansúrez en el siglo XI, si bien en la actualidad sólo se conservan del románico la torre y un claustro que datan del XIII. Tampoco podemos dejar de hacer referencia a Iglesia de San Pablo -donde fueron bautizados Felipe II y Felipe IV-, cuya fachada en estilo gótico isabelino evoca un retablo en bajorrelieve. Pero esta ciudad llena de historia no se ha detenido en el tiempo. A cada paso, modernas esculturas y fuentes traducen el gran impulso cultural de la ciudad, que año a año se convierte en escenario de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (SEMINCI), uno de los principales festivales de cine de España. Sin dudas, ya me estoy enamorando de mi nuevo hogar.  

Universidad de Valladolid - Colegio de Santa Cruz (siglo XV)
Torre de Santa María la Antigua

Callecitas de Valladolid a la hora de la siesta...

... bajo la llovizna otoñal. 

Calle de Santiago

Plaza Zorrilla y la Academia de Caballería

Iglesia de San Pablo



30 may 2012

Madrid para principiantes



Madrid, 29 de noviembre de 2009

Estaba de paso. Había llegado a la madrugada a Barajas y a la mañana siguiente debía tomar el tren hacia Valladolid. De modo que no obstante el maldito jet lag a cuestas y un persistente dolor de cabeza, decidí salir a conocer la ciudad. Mi recorrido comenzó en el Palacio Real, un bellísimo edificio barroco-clasicista del siglo XVIII –en el que residieron los reyes de España hasta 1931-, rodeado por los prolijos Jardines de Sabatini. Tras el Palacio,  cruzando la Plaza de la Armería, la catedral de Santa María la Real de la Almudena, construida en una mezcla de diversos estilos: neoclásico en el exterior, neobarroco en el interior, neorrománico en la cripta. Por la Calle Mayor comencé a adentrarme en el casco histórico de la ciudad, deleitada por sus pintorescas fachadas y sus angostas callejuelas. Y qué calidez y vitalidad le dan su gente y sus bares! Pronto divisé el Mercadillo de San Miguel, un recientemente restaurado mercado de principios del siglo XX. Adentro, todos los manjares ibéricos imaginables: jamones, embutidos, frutos de mar, vinos, tapas, olivas… Una perdición. Resistiendo mis más bajos instintos, continué hacia la Plaza Mayor, el antiguo corazón de Madrid. Se trata de una plaza cerrada del siglo XVII, rodeada por edificios de tres pisos con galerías llenas de cafés. En el centro norte de la plaza se impone el Edificio de la Panadería, decorado con bellos frescos. En sus orígenes, la plaza era no sólo el principal mercado de la ciudad sino también el escenario de corridas de toros y autos de fe, como el que fuera inmortalizado por el pintor Francisco Ricci en 1683. Pero hoy la plaza se prepara para las Fiestas: está repleta de puestos que ofrecen toda la parafernalia navideña imaginable. Y si allí se respiraba la Navidad, Puerta del Sol, punto nodal de la ciudad, rebosaba de ella. Las calles, inundadas de gente, destellaban. Pero aquí me adentro en otro terreno, peligroso si los hay: las compras. Me pellizco. Estoy despierta. Esto puede hacerme descarrilar. Pero tengo que esperar las rebajas. Al menos, intentaré intentarlo. Para compensar la abstinencia, una caña y un bocadillo en un bar. Que no os engañe el diminutivo. Se trata de un sándwich de unos 30 cm, que en la ocasión estuvo relleno de lacón gallego -algo así como jamón crudo pero con una curación mucho más corta-, calentito, con oliva y pimentón… El “Madrid para principiantes” estaba resuelto de momento. Me quedé con ganas de más, pero sé que en los tres meses que estaré instalada en España tendré muchos fines de semana para volver. Al día siguiente debía tomar el tren a Valladolid, mi nuevo hogar. Pero eso es para otro capítulo. 










Francisco Ricci . "Auto de Fe en la Plaza Mayor de Madrid" (1683)
Museo del Prado

27 may 2012

Regreso al Viejo Mundo (la segunda vez es mejor)




 Madrid, 28 de noviembre de 2009

Llegué al aeropuerto de Barajas, Madrid, el 28 de noviembre a la madrugada, luego de un viaje de 12 horas sin poder dormir (nada). Qué fastidio. Las cosas comenzaron turbias: las azafatas nos pidieron que bajáramos del avión con pasaporte en mano porque la policía los estaba controlando antes de descender (esperaban a alguien?). Los trámites de migraciones fueron, sin embargo, más sencillos de lo previsto:
- Motivo del viaje?
- Estudios
- No tiene visa de estudiante?
- No, son sólo tres meses…
- Pasaje de regreso por favor.
- Aquí tiene.
Y así fui admitida en la Comunidad Europea (por ese entonces no tenía pasaporte comunitario y no era más que una turista del tercer mundo), sin que siquiera me pidieran la constancia de la beca que me había otorgado el Ministerio de Asuntos Exteriores para realizar tareas de investigación en la Universidad de Valladolid. Respiro tranquila. Espero las valijas. No salen. Finalmente, una hora y media después del aterrizaje, recuperada mi valija, enfilé hacia el Metro. Madrid tiene una red de subterráneos increíble, con 13 líneas que cruzan la ciudad en todas las direcciones y que tienen muchísimas estaciones. Lo más peculiar del metro de Madrid en comparación con el de otras ciudades europeas es que una de sus líneas llega al aeropuerto, y se accede agregando el ticket sencillo, de 1,50€, un suplemento de 3€. Claro que el aeropuerto es grande y trasladarse de una de las terminales al metro es un laaaargo camino, alivianado por suerte por cintas transportadoras. Luego el problema de pasar por las puertecillas del metro con las valijas. Pero a mí no me pasa dos veces lo mismo. Luego de que el año pasado me quedara atascada en la estación Chatelet en el metro de Paris -también llegando del aeropuerto-, la experiencia juega a mi favor. Misión cumplida. Europa. 

Datos útiles:



26 may 2012

Fin de semana en Roma



Roma, 13 de marzo de 2008

Llegué a la estación Roma Termini al mediodía. Contaba con poco tiempo: sólo dos días para recorrer la Ciudad Eterna. Y si en ciudades como Venecia o Florencia es posible armar un circuito a pie que nos deleite con las principales vistas en algunas horas, en Roma eso llevaría semanas. Una buena opción para weekend-trippers es adquirir un pase en el Open Tour, un ómnibus de dos pisos, el superior al aire libre, que tiene un itinerario fijo con paradas en diversos puntos de la ciudad  en las que los pasajeros pueden bajar y subir cuantas veces quieran en las 24 o 48 horas de validez del ticket. Como el reloj comienza a correr cuando subimos por primera vez al ómnibus, mi pase quedaba abierto entre las 13:30 de ese día hasta las 13:30 del siguiente.
El día era perfecto para el paseo: un sol pleno y una temperatura primaveral, más que agradable para disfrutar el aire libre en el piso superior. Mi idea era la siguiente: durante esa tarde haría las visitas “de exteriores”, para tener una visión general de la ciudad, y al otro día realizaría con más tiempo las visitas al Coliseo y al Vaticano. Ese día pude recorrer pues el Foro Romano, los alrededores del Coliseo, la Piazza San Pietro, el  Castel Sant’Angelo… Finalmente, llegué a la pintoresca Piazza Navona, para desde allí seguir a pie  hacia el Panteón, la Fontana de Trevi y, tomando la Via Sistina, a la Piazza di Spagna.
A la mañana siguiente me levanté bastante temprano, para poder tomar a las 9:00 el primer bus del Open Tour. Primer destino: Coliseo. Entrar al Coliseo es sencillamente estremecedor. Pareciera que hasta podemos escuchar el entrechocar de las espadas, el rugido de los leones, el acalorado vociferar del populus… Segundo destino: la basílica de San Pedro.
Para el mediodía ya estaba agotada y con un hambre atroz. Por suerte, hice justo a tiempo para volver a tomar el bus del Open Tour de regreso al centro de la ciudad. Unas buenas pastas, antes de que salga el tren.
Definitivamente, tengo que volver a esta bella ciudad. 













Datos útiles:
Precios (a mayo 2012)
24 hs: Adultos 22€ / Niños 6-12 14€
48 hs: Adultos 27€ / Niños 6-12 17€
Pano del itinerario, aquí.


22 ene 2012

Bajo el sol de Venecia

Llegué a la estación Venezia Santa Lucia a las 10 de la mañana, tras un viaje de 1h50 desde Bologna en el tren regional. La ciudad, constituida por 118 pequeñas islas unidas por 354 puentes, se encuentra vinculada al continente mediante el Ponte della Libertá, un largo muelle a través de la laguna véneta dotado de vías férreas y autopista. Al salir de la estación, se abre el telón y la bella Venecia se presenta ante nosotros en todo su sobrecogedor esplendor. Frente a nosotros, el Gran Canal, que hipnotizante desdibuja el reflejo de los palacios en ese verde esmeralda profundo surcado por los gondolieri. La niebla que suele cubrir la ciudad en las mañanas de invierno y nos ha acompañado durante la parte final de nuestro trayecto se ha disipado y un tibio sol baña la ciudad, haciendo brillar sus caleidoscópicos colores.
A unos metros de la estación Santa Lucia nos encontramos con una de las paradas del vaporetto, que funcionan como los autobuses urbanos recorriendo el Gran Canal y vinculando la ciudad con las islas vecinas. La mejor línea de vaporetto para recorrer el Gran Canal es la Línea 1, con paradas en el Palacio Ca’ d’Oro, el Ponte Rialto, el Palacio Ca' Rezzonico, la Galería de la Academia, la iglesia Santa María della Salute o la Piazza San Marco. El viaje es simplemente una delicia: el sol en la cara, el olor del mar, la voluptuosa belleza de una ciudad onírica.
Tras media hora de viaje, me bajo finalmente en la parada San Marco, algo más allá de la plaza. La Riva degli Schiavoni nos conduce al Ponte della Paglia, desde donde puede contemplarse el célebre Puente de los Suspiros. Bordeando el Palacio Ducal, que fuera sede de gobierno de la Serenísima República de Venecia, llegamos finalmente a la Piazza San Marco, el corazón de la ciudad. A través de un caótico torbellino de palomas, la magnífica Basílica de San Marco junto al Palacio Ducal, el Campanile –el campanario independiente de la basílica- y la preciosa Torre dell’Orologio. Y sin embargo, el instinto me arrastraba irremediablemente a sumergirme en esas estrechas y laberínticas callejuelas que se insinuaban a través de la arcada de la torre. En un camino serpenteante fui atravesando pequeños puentes que deleitaban con vistas a cuál más romántica, en una calma atmósfera arrullada por las susurrantes góndolas errantes. Finalmente llegué al Rialto, el puente más importante de Venecia. El mediodía empezaba a hacer mella: compré una porción de pizza con prosciutto e funghi y me senté al borde del canal, disfrutando el espectáculo que ofrecían las embarcaciones surcando las aguas bajo el puente… Simplemente, existen momentos con los que ningún museo ni monumento es capaz de rivalizar. Saliendo del trance, subí al Rialto, ocupado por joyerías al igual que el Ponte Vecchio de Florencia. Al otro lado, un pintoresco mercado en el que podemos recrearnos entre máscaras de carnaval y cristal de Murano. Las angostas callejuelas vuelven a llamarme, e inevitablemente, me interno en los secretos que la ciudad esconde al otro lado del Gran Canal…



La Piazza San Marco desde el Gran Canal.
En el centro, el Campanile. A la derecha, el Palacio Ducal. 

La Riva degli Schiavoni

Piazza San Marco

Piazza San Marco y Palacio Ducal 








Cómo llegar?

En avión:
Venecia cuenta con dos aeropuertos: el Aeropuerto Marco Polo, el principal, y el Aeropuerto Canova de Treviso, que es utilizado por varias compañías low cost como Ryanair.
Desde el Aeropuerto Marco Polo a Piazzale Roma:
- Autobús n. 5 - 1,10€ comprándolo en la tienda de periódicos de la terminal y 1,80 al comprarlo en el autobús. Trayecto: 30 a 45 min.
- Autobus azul de ATVO - €3. Trayecto: 20 min.
- Autobus acuático Alilaguna - €13
- Taxi acuático – desde €100
Desde el Aeropuerto de Treviso a Piazzale Roma:
- Autobus ATVO - €7. Trayecto: aprox. 1h10.
- Autobús Barzi Service (por autovía) - €7. Trayecto: 40min.

En tren:
Si bien la primera estación ferroviaria importante que se encuentra es la de Venezia Mestre (aún en tierra firme), cruzando el Ponte della Libertá se arriba a la estación terminal Venezia Santa Lucia, a pocos minutos a pie de Piazzale Roma.
- Desde Milán: 2hs35 en el Frecciabianca. €32,50.
- Desde Roma: 3hs43 en el Frecciargento. €76.
- Desde Bologna: 1h51 en el RV, €10,75 – 1h28 en el Frecciargento, €29.

Por carretera:
Autos y autobuses sólo pueden acceder hasta los estacionamientos de Piazzale Roma o de la isla del Tronchetto (conectado al Piazzale por medio del tren eléctrico People Mover). Desde allí sólo se puede continuar a pie o con transporte acuático.

Tarifas del transporte acuático:
- Vaporetto: 6,50 € - hasta 60 min.
- Travelcard:
12 hs -16,00 €
24 hs -18,00 €
36 hs - 23,00 €
48 hs - 28,00 €
72 hs - 33,00 €
7 días - 50,00 €
- Traghetto (góndolas que se utilizan para cruzar el Gran Canal): €0,50 
- Góndola: 80€ por 40 minutos.

Enlaces de interés:
Web oficial de Turismo de Venecia VeniceConnected (en español). 
ACTV – Empresa de transporte terrestre y acuático en Venecia.
Trenitalia - Web de los ferrocarriles italianos. 

14 ene 2012

Florencia, la ciudad del arte

La bella ciudad italiana de Florencia, en el corazón de la Toscana, ha sido desde fines del siglo XV –cuando bajo el poder de los Médici se convirtió en un floreciente centro económico, financiero y cultural-, una ciudad signada por el arte. Cuna del Renacimiento, la ciudad albergó a los más importantes pintores, escultores y arquitectos de la época, como Miguel Ángel, Rafael, Leonardo da Vinci, Donatello, Giotto, Botticelli, Fra Angelico, Piero della Francesca, Brunelleschi o Vasari. De hecho, el propio Lorenzo de Médici fue un gran patrón de la artes, encargando trabajos a Miguel Ángel, Leonardo Da Vinci y Botticelli.
Desde la estación Santa María Novella, la Via Panzani y la Via de’ Cerretani nos conducen a la Piazza del Duomo, dominada por la magnífica basílica de Santa Maria del Fiore, catedral de Florencia. De estilo gótico renacentista, la iglesia se destaca por su bellísima cúpula de 114 metros, proyectada por el arquitecto florentino Filippo Brunelleschi. El conjunto monumental de la plaza se completa con el Campanile –campanario independiente diseñado por Giotto- y el Baptisterio de San Juan.
Tomando la Via dei Calzaioli, hacia la derecha de Santa Maria del Fiore, llegamos a la Piazza della Signoria, donde se emplazan el Palazzo Vecchio, centro administrativo de la ciudad desde la época medieval -con su alto campanario desde el que se llamaba a los ciudadanos a la asamblea- y la Loggia dei Lanzi, que en el siglo XVI se convirtió en una suerte de galería al aire libre de las esculturas de la colección de los Médici. Frente al Palazzo Vecchio, una impresionante sucesión de estatuas, entre las que se destaca una reproducción del David de Miguel Ángel, emplazado en el mismo lugar que en el 1500 se ubicó la estatua original (actualmente en la Galería de la Academia). Y en la esquina del Palazzo, la Fonte del Nettuno–primera fuente pública de Florencia- y la grandiosa estatua ecuestre de Cosme I, una obra en bronce de 1594. A pocos metros de la Piazza della Signoria se encuentra asimismo la Galleria degli Uffizi, uno de los museos más importantes de Italia, en el que se destaca una extraordinaria colección de pintura y escultura italiana que incluye a Giotto, Boticelli, Leonardo, Miguel Ángel, Rafaello, Tiziano…  
Pero es sobre las aguas del Arno que se emplaza el símbolo más pintoresco de Florencia: el Ponte Vecchio. De origen medieval, aún conserva su sello histórico, ya que fue el único puente que sobrevivió a los bombardeos nazis de la ciudad de Florencia en la Segunda Guerra Mundial. El puente siempre ha albergado una gran actividad comercial, acogiendo sobre el mismo diversas tiendas, si bien durante el Renacimiento sería remodelado y las tiendas de peleteros serían sustituidas por las de joyeros, que en la actualidad dominan el bello puente.

Fonte del Nettuno, en la Piazza de la Signoria

Palazzo Vecchio

La reproducción del David, frente al Palazzo Vecchio

Basílica de Santa Maria del Fiore (Duomo)


El Ponte Vecchio

Vista del Duomo desde el Ponte Vecchio


Los Uffizi

Piazza della Republica


Cómo llegar?

En tren:
La principal estación de Florencia es la de Santa Maria Novella (Firenze S.M.N.). Allí se encuentran las principales estaciones de autobuses y las paradas de gran parte de los autobuses urbanos de la ciudad. Desde Bologna, el trayecto es de 37’ en tren de alta velocidad y 1h33 en el regional; desde Roma, 1h23 en el AV y algo menos de 3 horas en IC; desde Milano, 1h45 en el AV. La estación se encuentra a unos 600 metros del Duomo, tomando la Via Panzani y luego la la Via de’ Cerretani.

En avión:
A Florencia puede accederse por vía aérea a través del pequeño Aeropuerto Amerigo Vespucci, a unos 6 km de la estación de Santa María Novella. 

Desde el aeropuerto a Florencia S.M.N., se puede tomar el autobús de la Línea Volainbus. Precio: €5. 
Descargar plano, horarios y tarifas del Volainbus en formato PDF.

Enlaces de interés:
Web del Duomo de Florencia.
Web de la Galleria degli Uffizi.
Web de los Museos de Florencia, con horarios, tarifas y accesos de los principales museos y monumentos de la ciudad.
Plano turístico de Florencia.