Amsterdam, 25 de febrero de 2008
La Station Centraal de Amsterdam constituye el punto de fuga de las calles de la ciudad, cuyo plano se asemeja a un abanico, con canales concéntricos en torno a la misma. Resulta imposible perderse. Apenas se sale de la estación, el primer canal. Tomé un camino un poco lateral, para disfrutar de los canales, los puentes y esa arquitectura tan típicamente holandesa. Es una hermosa mañana de invierno, y la gente en bicicletas de aquí para allá.
De pronto, a la vuelta de la esquina, todo se llena de koffee shops, sex shops, "marihuana shops"... Estamos en la zona roja! Son las 10 y media de la mañana y en un rincón un grupito de ingleses fumando. El instinto los hace esconderse un poco cuando paso por al lado! Diez metros más adelante, oops! Una señorita en lingeurie a través de una vidriera... En la otra cuadra, descubro un interesantísimo local dedicado a la marihuana. Tengo que entrar!!! Siii, estas son las cosas que hay que ver en otros paises!!! Wow!!! Qué variedad de pipas, señoras y señores! Y tienen hasta un dispenser de caramelitos de cannabis!
Las tentaciones pecaminosas no terminan ahi. Esto es Sexo, droga y... mucha ropa! Ya saliendo de la zona roja comienzo a divisar carteles que exhiben los signos de un idioma universal: 70% OFF. Tengo que resistir... Hay que ir al Rijksmuseum... Pero la tentación es demasiado fuerte... finalmente sucumbí al llamado de la burguesía comercial holandesa: los Rembrandt van a seguir estando allí; las rebajas, en cambio, se esfuman!!! Camperas, desde 15 euros; tapados, desde 20; zapatos y zapatillas, desde 10 o 12... oh yeah! Luego de visitar muuuchos negocios, me interné en el mercado de flores. Muy hermoso y colorido, a lo largo de una callecita empedrada sobre uno de los canales. Bulbos de tulipanes a toneladas, de todos los colores posibles! Y, por su puesto, semillas de cannabis.
Las tentaciones pecaminosas no terminan ahi. Esto es Sexo, droga y... mucha ropa! Ya saliendo de la zona roja comienzo a divisar carteles que exhiben los signos de un idioma universal: 70% OFF. Tengo que resistir... Hay que ir al Rijksmuseum... Pero la tentación es demasiado fuerte... finalmente sucumbí al llamado de la burguesía comercial holandesa: los Rembrandt van a seguir estando allí; las rebajas, en cambio, se esfuman!!! Camperas, desde 15 euros; tapados, desde 20; zapatos y zapatillas, desde 10 o 12... oh yeah! Luego de visitar muuuchos negocios, me interné en el mercado de flores. Muy hermoso y colorido, a lo largo de una callecita empedrada sobre uno de los canales. Bulbos de tulipanes a toneladas, de todos los colores posibles! Y, por su puesto, semillas de cannabis.
Otra tentación de Amsterdam? La comida... Hay comida express riquísima desde 1 euro y muchísimas opciones para probar comida oriental: china, india, tai...! También se debe hacer una referencia a toda una gama de golosinas extrañísimas, como, por ejemplo, caramelos de pimienta!
Para expiar mis pecados pasé la tarde [o lo que quedaba de ella] visitando el Rijksmuseum y el Museo Van Gogh. El Rijks se destaca por sus colecciones de Rembrandt, Vermeer y Van Dijck. Por su parte, el Van Gogh es simplemente imperdible. Junto a los cuadros, estremecen los bocetos, que le dan una dimensión mucho mas humana al artista.
A la vuelta, el toque final: una cerveza holandesa en un bar cerca de la estación. En un rato sale mi tren a Paris.
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