26 dic 2011

Amsterdam: Sin city

Amsterdam, 25 de febrero de 2008

Aquí, como siempre, su corresponsal europea. Hoy fue el turno de un day trip desde Paris hacia la ciudad del pecado: Amsterdam. Mi tren salia de la Gare du Nord a las 6:25 [el primer tren suele ser más económico]. El problema es que el metro comienza a circular recién a las 6:00. La solución fue el Noctilien, el servicio de autobuses nocturnos de Paris y sus alrededores [los circuitos nocturnos son completamente diferentes de los regulares]. El bus elegido pasaba a las 5:36 por la Plaza de la Bastilla, a un par de cuadras de la Rue Turenne, y me dejaba en la Gare du Nord a las 5:49 [si, si, los colectivos tienen un horario y se cumple... para los argentinos, creer o reventar!]. El tren, el Thalys, un tren de alta velocidad que conecta Paris con Bélgica, los Países Bajos y Alemania. Tiempo de viaje entre Paris y Amsterdam: 3hs.18.
La Station Centraal de Amsterdam constituye el punto de fuga de las calles de la ciudad, cuyo plano se asemeja a un abanico, con canales concéntricos en torno a la misma. Resulta imposible perderse. Apenas se sale de la estación, el primer canal. Tomé un camino un poco lateral, para disfrutar de los canales, los puentes y esa arquitectura tan típicamente holandesa. Es una hermosa mañana de invierno, y la gente en bicicletas de aquí para allá.
De pronto, a la vuelta de la esquina, todo se llena de koffee shops, sex shops, "marihuana shops"... Estamos en la zona roja! Son las 10 y media de la mañana y en un rincón un grupito de ingleses fumando. El instinto los hace esconderse un poco cuando paso por al lado! Diez metros más adelante, oops! Una señorita en lingeurie a través de una vidriera... En la otra cuadra, descubro un interesantísimo local dedicado a la marihuana. Tengo que entrar!!! Siii, estas son las cosas que hay que ver en otros paises!!! Wow!!! Qué variedad de pipas, señoras y señores! Y tienen hasta un dispenser de caramelitos de cannabis!
Las tentaciones pecaminosas no terminan ahi. Esto es Sexo, droga y... mucha ropa! Ya saliendo de la zona roja comienzo a divisar carteles que exhiben los signos de un idioma universal: 70% OFF. Tengo que resistir... Hay que ir al Rijksmuseum... Pero la tentación es demasiado fuerte... finalmente sucumbí al llamado de la burguesía comercial holandesa: los Rembrandt van a seguir estando allí; las rebajas, en cambio, se esfuman!!! Camperas, desde 15 euros; tapados, desde 20; zapatos y zapatillas, desde 10 o 12... oh yeah! Luego de visitar muuuchos negocios, me interné en el mercado de flores. Muy hermoso y colorido, a lo largo de una callecita empedrada sobre uno de los canales. Bulbos de tulipanes a toneladas, de todos los colores posibles! Y, por su puesto, semillas de cannabis. 
Otra tentación de Amsterdam? La comida... Hay comida express riquísima desde 1 euro y muchísimas opciones para probar comida oriental: china, india, tai...! También se debe hacer una referencia a toda una gama de golosinas extrañísimas, como, por ejemplo, caramelos de pimienta! 
Para expiar mis pecados pasé la tarde [o lo que quedaba de ella] visitando el Rijksmuseum y el Museo Van Gogh. El Rijks se destaca por sus colecciones de Rembrandt, Vermeer y Van Dijck. Por su parte, el Van Gogh es simplemente imperdible. Junto a los cuadros, estremecen los bocetos, que le dan una dimensión mucho mas humana al artista.
A la vuelta, el toque final: una cerveza holandesa en un bar cerca de la estación. En un rato sale mi tren a Paris. 











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